El 10 de diciembre es el DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS y, como en otras ocasiones, la campaña de Amnistía Internacional es en apoyo de personas que trabajan y defienden los derechos humanos en el mundo.
El año pasado realizamos un acto entrañable de firma de cartas en el local de Agua de Mayo. En el maratón internacional del 2016 se realizaron más de 4 millones de acciones en unos 180 países. En España logramos recoger un total de 16.024 firmas por el caso de Annie Alfred (niña albina, Malawi), 14.797 por Máxima Acuña (Perú) y 9.526 Eren Keskin (Turquía).
Este año estos son los casos por los que vamos a trabajar:
SAKRIS KUPILA, joven transgénero defensor de derechos humanos. Finlandia.
Sakris tiene 21 años y estudia medicina. Era aún adolescente cuando se dio cuenta de que era transgénero, pero se le denegó el reconocimiento legal de cambio de género, porque rechazó los requerimientos que exige este proceso en Finlandia.
La legislación actual finlandesa sobre reconocimiento legal de la identidad de género exige que la persona sea mayor de 18 años, tenga un diagnóstico psiquiátrico y sea esterilizado o estéril.
A causa de su trabajo en defensa de las personas transgénero en su país, Sakris ha sufrido acoso, intimidación, amenazas de palizas violentas y hostilidad abierta, que le han obligado a dejar sus estudios durante un año. A pesar de todo, Sakris está dispuesto a continuar con su trabajo para que todas las personas transgénero disfruten de sus derechos.
MILPAH: Movimiento indígena Lenca Independiente de La Paz. Honduras.
Para el pueblo indígena Lenca de Honduras, la tierra es su vida. Pero grandes hidroeléctricas, la minería y otros intereses quieren explotar su tierra.
Luchan por salvaguardar sus tierras y el medioambiente. Debido a esto han sufrido numerosos ataques, algunos han acabado en muerte. Honduras es uno de los lugares más peligrosos de la tierra para ser defensor/a medioambiental. Esta organización trabaja en alianza con COPINH, a la que pertenecía Berta Cáceres.
Desde octubre de 2016, antes del lanzamiento del informe de AI sobre tierras, MILPAH comenzó a recibir ataques dirigidos a estigmatizar su trabajo y a presentarlos como un pueblo oportunista que se opone al desarrollo de la región. Es lo mismo que le pasó a COPINH.
En los últimos meses han empezado a recibir ataques y rechazo de parte de la sociedad. De hecho, en meses anteriores ha habido grandes manifestaciones contra ellos en la capital. Existe una riesgo creciente de estigmatización en sus comunidades locales